El diseño es forma y función. Es por eso que podría considerarse diseño un sistema u objeto, pues necesitan de ambas. Una cuchara es un ejemplo muy básico de lo que es diseño en un objeto pues desempeña la función de utensilio de cocina; por otra parte resuelve la necesidad de comer sin tocar los alimentos con las manos y da ése sentido de estatus y cultura al comer en el cual buscamos que nos diferencie como seres humanos del resto de los seres vivos. Aún a pesar de lo básico que es, siempre es posible ocuparnos de la forma para darle un sentido estético que dará lugar a un preferencia.
Personalmente considero que en el mercado actual el diseño abarca dos importantes bases: la función y la estética. Una y otra mantienen una constante y profunda vinculación; pues si bien la función es primordial, la estética es la que hará de la forma lo más atractiva posible para su venta. Por una parte cualquier cosa necesita desempeñar una función, pudiese resolver, crear una necesidad o simplemente cumplir una función de tipo simbólico. Complementariamente la estética es aquella que dará lugar a una identificación de la personalidad del sujeto con dicho objeto y por consecuente implica la preferencia de dicho objeto sobre cualquiera semejante a él, es decir con un sentido de pertenencia.
Martha Valeria Avila Hernández
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