Este país es como un tesoro viejo, enterrado hace años y que acabamos de encontrar, si, como en aquellos cuentos de ciencia ficción donde los aventureros encontraban el tesoro perdido, donde encuentras mil baratijas sucias y polvosas, sin saber su valor, forma o función, las arrojas para seguir buscando… tiene que haber algo bueno si es que fue enterrado no?... pero ohh sorpresa! Si nos detuviéramos un momento e investigáramos esa cháchara que acabamos de arrojar, descubriríamos que es un collar de oro puro con diamantes incrustados, de un antiguo rey o semidios de la cultura maya! Esto es lo que pasa con México, tenemos el oro en nuestra cara, pero esta sucio y polvoso, y para dejarlo brillante y útil se necesita de TECNOLOGÍA, ok! Compremos tecnología, a quién? A otro país! Si!! ALTO!! No!, dejemos de depender de su ciencia y tecnología, desarrollémonos nosotros mismos y a nuestro alrededor, invirtamos en lo que tenemos y hagamos que estos árboles den fruto en nuestras propias tierras! Alguien recuerda como vivían los mayas? O nuestras culturas antiguas? Los “Jefes” se llenaban de lujos, las mejores comidas, las mejores pieles, las mejores joyas, y todo estaba aquí mismo!! Y ahora donde esta? Pareciera que esta en todas partes menos aquí ( o bueno.. una pizca para que no perdamos la costumbre) y que nos queda a nosotros? La alegría de conformarnos con los pocos materiales que podemos y que queremos producir, tener una limitante de invenciones por tener una limitante de materiales, sería algo así como una libreta de papel, rollo de papel, una mesa de papel, una cama de papel, ropa de papel… no suena bien… cada cosa para cada cosa, suena obvio pero, ni así hemos tratado de hacer esta frase realidad. ¿Qué harás tú para salir de ese pozo? O mejor aún ¿qué haré yo?
Estéfani Anaíd Ortiz Arreola
Estéfani Anaíd Ortiz Arreola
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