Escrito por Haruki Murakami, un autor querido y despreciado, cuyos textos se han convertido en obras de culto tanto para orientales como occidentales. De cuyo último título traducido al español estoy leyendo, 1Q84 les parecerá un poco extraño, pero en japonés la letra q y el número nueve son homófonos, por lo que podemos inferir que este juego de letras representa el año 1984 y que seguramente alude a la novela 1984 de George Orwell, además de ser el año en el que la historia desarrolla su curso.
Los capítulos van divididos entre las historias de Aomame y la de Tengo, japoneses y en edad adulta; cuyas ocupaciones son tan diferentes que resulta inimaginable creer que puedan a llegar a cruzarse en un punto definitivo estas dos líneas; pero entre la complejidad de estas dos vidas podemos llegar a imaginar que quizás el hilo conductor entre estas dos historias será realmente extraordinario, mágico – como es frecuente en Murakami -. Aomame es una asesina a sueldo y Tengo es un escritor. Ambos son seres solos y un tanto errantes, obedeciendo a órdenes sin ni siquiera comprenderlas del todo, una sensación de misterio rodea la novela en sus primeros capítulos, algo que no puede ser anticipado por el lector.
Si bien no he leído todo el libro, las impresiones no han tardado en surgir en mi lectura. Y es que en comparación con otros títulos de este autor que he leído me está quedando una sensación de rezago; la lectura va brotando como una flor, lenta e imperceptiblemente y es difícil vislumbrar los acontecimientos o detalles que servirán como detonantes de la trama de la historia – cosa que sucede en otros títulos de manera más prematura y clara – me parece muy bien lograda la narración, se ha pensado en el más mínimo detalle y resulta difícil perderse. Quizás por eso me ha desesperado un poco.
Si bien la calma antes de la tormenta se puede sentir en los capítulos que he leído, más adelante les platicaré de mis impresiones sobre el resto del libro.
Javier Tapia Muñiz
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