El diseño industrial y el medio ambiente natural tienen una relación estrecha y una dependencia mutua, esto debido a que la naturaleza aporta las materias primas para que el diseñador haga lo suyo, y el diseñador tiene la responsabilidad de explotar esos recursos correctamente en favor del ambiente y el pueblo. Sin embargo, en nuestro país esto no se ha respetado como debiera, ya que hemos dado uso de nuestros recursos naturales de una manera incorrecta, las maderas, por ejemplo, ya no son de buena calidad porque poco a poco hemos terminado con los bosques y selvas proveedores de maderas finas y actualmente el diseñador tiene la limitación de trabajar con lo que hay, con lo que queda, aglomerados y especies de pino de mala calidad y con los cuales solo se puede llegar a un acabado rústico en mobiliario.
La falta de desarrollo tecnológico en México y el mal uso de sus riquezas como el petroleo limitan notoriamente al diseñador al momento de intentar hacer productos verdaderamente útiles y duraderos; el diseñador mexicano tiene que conformarse con escoger entre solo menos del 1% de los plásticos existentes para trabajar, la misma situación se presenta con los metales, el único uso aceptable de material en México es el de la cerámica y el vidrio, sin embargo, no se puede exportar tecnología ni productos complejos con dichos materiales.
El diseño en nuestro país nunca irá más allá si el diseñador se ve limitado a utilizar el material "que se puede" y no el "que se debe".
Cristian Omar Robles Villanueva.
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